Ya acepté el hecho de que no volveré a diario por aquí como antes, pero sí me prometí hacer valer mis visitas, por lo menos que valgan para mí.
Me pongo a leer las cosas que he escrito antes, y me doy cuenta de dos cosas: Me gusta la manera en la que pensaba antes, incluyendo mi inmadurez, mi inocencia, mi ignorancia en muchas cosas, mis ganas de comerme el mundo y todos mis defectos. Y me gusta cómo he evolucionado hasta el día de hoy.
A veces no nos damos crédito porque no somos perfectos, porque nos equivocamos, porque quizás tomamos malas decisiones de vez en cuando, o porque sencillamente no hacemos las cosas como el resto, y pensamos automáticamente que estamos siendo inútiles, que no servimos para nada y no hemos crecido.
Pero en mi caso, después de leer un par de mis posts, me di cuenta que aunque no soy perfecta, me he equivocado un trillón de veces y me falta muchísimo por aprender y arreglar, he crecido muchísimo como persona, pasito a pasito, un día a la vez, y eso es lo más importante.
Espero seguir evolucionando todos los días, y aprendiendo aunque sea una cosita al día, que me ayude a crecer y mejorar como persona.
Y aunque esta no fue la razón por la que vine a escribir, me pareció un momento ideal para mencionarlo.
Realmente ya no recuerdo porqué dije hace uno minutos "Voy a ver mi blog, voy a escribir", pero creo que a estas alturas no necesito una razón para escribir, ni para hacer las cosas que me gustan. No necesito un tema concreto y estudiado desde hace una semana con referencias bibliográficas para escribir, tampoco necesito acuarelas caras ni cursos de dibujo para pintar o dibujar, ni necesito clases de canto para cantar.
Decidí que de ahora en adelante haré todas las cosas que me gustan porque sí, que voy a disfrutar de las cosas pequeñas, sola o en compañía. Que hacer mercado no será tedioso porque no lo permitiré, que voy a llenar mi relación nueva de momentos bonitos y felices mientras dure, que mis momentos libres siempre tendrán algo agradable qué hacer, que disfrutaré mis momentos sin hacer nada sin sentirme culpable, y que voy a vivir como quiero y como me haga feliz.
Tengo demasiado por vivir, demasiado qué disfrutar y demasiado por conocer.
Agradezco a Dios todas las cosas buenas y no tan buenas que me ha traído desde que llegué acá, y espero que sigan llegando muchas más (preferiblemente un poquito más de buenas que de malas).
Gracias my little cookies por seguir aquí para mí, por seguir dejando disponible este espacio en blanco donde puedo plasmar mis ideas, porque los diarios no me gustan y en mi agenda no quiero poner estas cosas.
Espero inspirarme pronto y volver aquí, a mi hogar mental, y fastidiarlos un ratico más. buenas tardes, Little cookies.
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