Me levanto en medio de la noche con una sensación extraña, "Indigestión" pensé.
Vomito hasta la médula ósea y me quedo sentada en el piso del baño, entre mareada y desorientada. Empiezo a sudar frío y a temblar por unos minutos, entonces coloco la frente sobre mis rodillas hasta que se me pasa.
Me acuesto de nuevo en la cama y me arropo con mi colcha blanca.
No puedo dormir.
Las náuseas persisten bastante tiempo más y no me dejan dormir. Me remuevo en la cama lo suficiente para despertar a mi esposo (?), no veo su cara porque está oscuro pero me pregunta si estoy bien. Le digo que tengo indigestión, me dice que me tome algo y ambos intentamos dormir otra vez.
Paso todo el día con náuseas en la clínica y varios pacientes me llenan de vómito y sangre. Mi hermosa bata pasó de ser blanca a ser un cuadro digno de Picasso con fluidos corporales. Me voy a comer un sandwich del dispensador de sandwiches (?) y me encuentro a Yeni, me dice que su papá está en Egipto y que se va de vacaciones a Grecia. "Perra". Me como el sandwich ahí y vomito sin control. Vuelvo a explicar lo de la indigestión y me dice "Deberías hacerte una prueba".
Estoy en el laboratorio esperando en una silla muy incómoda y me doy cuenta que tengo puesta la curita que te colocan después que te hacen los exámenes. Me dirijo a la bioanalista y le digo que no me han hecho los exámenes así que no deberían colocarme eso, ella me dice que si me hicieron la prueba y que salió positiva.
"¿Qué prueba me hice?"
Salgo desconcertada y llamo a mi esposo. No atiende. Sigo por un pasillo interminable hasta lo que parece un valle y allí está mi esposo en una mesa de madera con banquitos, esperándome.
No le veo la cara porque está tapándose del sol con la mano.
Me le acerco y me abraza, me dice que ya sabe la noticia y se alegra. Sigo sin verle la cara porque me está abrazando.
En ese momento me doy cuenta que estoy embarazada, obviamente pues siempre lo supe (?) y me preocupo horrible hasta las lágrimas. Después veo una niña jugando con una cámara semiprofesional muy bonita, mi cámara. Se me pasa el susto en un segundo y voy a la tienda a comprar zapatos de bebé y tarjetas para anunciáselo a mi familia.
Me crece la panza y las náuseas no paran.
Es niña.
Paso por un centro comercial y veo un vestido de rayas parisino para bebés. Me le quedo viendo en la vitrina y el bebé patea.
Entro en pánico y me voy a mi casa. Me acuesto y me arropo otra vez con mi edredón blanco.
Y me despierto.
Oh, shit. No volveré a comer hamburguesas del cementerio de nuevo.
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