Hola pá,
Te escribo aquí imaginando que estás en el Cinaruco pescando y bebiendo con tus amigos, que no tienes señal y por eso tengo que escribirte así.
Es más fácil.
Te escribo aquí también porque es bien difícil no poder contarte todo.
Empiezo entonces contándote que me va muy bien en Ecuador, no me regresé a los 6 meses como pensabas jaja. Tengo un trabajo estable, una casita pequeña pero muy bonita y a alguien muy especial a mi lado.
Y hablando de ese alguien, te cuento también que me voy a casar con él. Falta poquito poquito, y lo más bonito es que va a ser en casita, con mami y el resto de la familia.
Él me hace muy feliz y me recuerda mucho a ti porque me trata como una reina, y todo lo que tiene y hace es para verme sana, feliz y mejor cada día. Es muy inteligente, trabajador y me ama mucho, y yo a él también lo amo mucho. Creo que si lo conocieras estarías muy feliz.
Entonces, bueno... No creas que me olvido de ti. Todos los días me acuerdo de ti, de todo lo que hacías, y de lo mucho que hiciste para hacerme quién soy hoy. Estoy muy feliz por todo lo que va a pasar pronto, pero también tiene su lado amargo porque sé que no me puedes acompañar en mi boda.
He pensado mucho en cómo hacer para que caminar por el altar sin ti no sea agridulce, pero creo que solo lo voy a aceptar.
No soy millonaria todavía jaja, pero estoy bien. Las cosas no se han dado exactamente como esperábamos pero creo que cada una de las cosas que han pasado, están bien para mí.
Y bueno, solo quería ponerte al día de mí, que sepas que estoy bien, y que si me ves llorando más seguido por ti, es porque te extraño mucho, y porque quiero que estés en mi boda. Pero no te preocupes que todo está muy bien.
Te amo tanto tanto, todos los días de mi vida, y espero volverte a ver de alguna manera algún día. Mientras, te voy a traer más estudios, más títulos y quizás uno o dos nietos jaja, que ojalá saquen tu corazón enorme y tus ganas de vivir.
Te mando un abrazo grande grandote donde quiera que estés, que sepas que nadie te olvida, y dejaste una huella imborrable en todos los que te conocieron.
Chao pá, sigue pescando, tomándote tu whiskycito a la orilla del río en tu contigo azul cielo, sentado en tu silla de plástico dentro del agua, y riéndote de cualquier cosa que veas pasar. Sé muy feliz donde quiera que estés.
Te amo.