domingo, 10 de noviembre de 2013

Más extraño que la ficción.


¿Se acuerdan de esa película de Will Ferrell donde su vida es controlada por una escritora?

Primero que nada, cabe destacar que detesto a Will Ferrell (Perdonen fanáticos) porque su sentido del humor me parece absurdo y típico de los jugadores de fútbol americano que son idiotas y clichés en las películas adolescentes.... Sí, esos que terminan gordos y calvos con una cerveza caliente, postrados en un sillón asqueroso frente a la TV. Pero un día estaba al borde del abismo del aburrimiento, y me quedé viendo una película que me pareció curiosa: Stranger than fiction.

La trama no se me parecía a ninguna que hubiese visto de Will y por eso decidí verla, y el resultado fue revelador. Pero antes de hablarles de mi opinión les echaré el cuento de la película rápidamente:

Comienza cuando Harold (El personaje de Will) cree que se está volviendo loco porque está escuchando la narración de su vida en su cabeza. Va al psicólogo que empieza diagnosticándolo con esquizofrenia pero al final termina enviándolo a ver a un experto literario para que lo ayude. El rollo se forma porque Harold se horroriza al escuchar que se acerca su muerte en medio de las narraciones y mueve cielo, tierra y mar para... Para no morirse puej. El tipo le hace una lista de posibles autores y busca a una mujer que resulta ser la escritora de su vida: Hasta aquí llegó, ustedes véanse la película. Ahora vamos al punto.

Antes de que empiecen a recomendarme psicólogos y terapias, abran su mente. Es una simple suposición, de esas que le dan colorido a los días, tipo cuando piensas "¿Qué pasaría si el blanco se llamara negro y el negro, blanco?" (Bueno no mucha gente debe pensar eso pero ustedes entienden)

¿Qué pasaría si nuestras vidas fuesen escritas por alguien más?

La idea surgió de mi amiga Ana, en una de esas conversaciones nocturnas donde las estupideces hacen trending topic, y me recordó a esa película. Todo comenzó con mi nuevo proyecto (Uno que realizo no tanto por tratar de vender sino por amor y ocio), mi libro. Tengo mucho tiempo moldeando en mi cabeza al hombre ideal, y salió una idea: Si no lo puedo tener porque no existe, por qué no crearlo para alguien más? Y allí fue donde nació Ignazio Abruzzi y el resto de la historia. En fin, muchas trabas se han puesto en mi cabeza para poder darle una verdadera historia de amor a mis personajes (Aunque no sea el centro de la vaina un poquito de flores y corazones nunca caen mal), mi subconsciente aparentemente está roto y no deja salir esos sentimientos, frustrante situación que me ha llevado a pensar en dejar la historia sin terminar. Y aquí es donde llega la pregunta del millón que inspiró este post. "Y vas a dejar a Nino sin su final feliz? tu que sabes, capaz y estás escribiendo su historia, no la puedes dejar a la mitad."

 Vamos a volvernos locos y pensar por un momento que todos esos escritores a los que no publican, no terminan la historia, se ladillan, se tropiezan con una historia mejor, les llegó ese impulso de escribir por una razón: Todos necesitamos que alguien nos haga el guión. Imagina a una señora de 47 años sentada frente a una laptop sosteniendo una taza de café y escribiendo cada paso que das a lo largo de tu vida, esa señora se debate mentalmente para conseguirte un final feliz pero entonces recuerda la realidad y dice "NAH, MEJOR LA MATO" porque es una historia que se vendería mejor, o sería más interesante... O quizá es loca y te quiere matar. LA VIDA PIERDE UN PELO EL SENTIDO NO?

Si la vaina fuese así, ese Dios al que le rezamos cuando nos halan la sábana en medio de la noche y no hay nadie en la habitación no es nada más y nada menos que la señora con el café, a la que le rogamos profundamente SEÑORA POR FAVOR, SIGA ESCRIBIENDO, YO SOY UNA BUENA HISTORIA! NO ME MATE! NO ME DEJE A MITAD, PIENSE EN LA HUMANIDAD!

Ese mundo paralelo sería chévere pero medio peligroso, Y SI SE LADILLA? Y SI SE GRADÚA Y NO QUIERE SEGUIR ESCRIBIENDO? Y SI SE MUERE? QUÉ HAY DE MÍ? Nos jodimos bello. O quedamos en un estado permanente de vida gris hasta la muerte, o nos lleva un carro por delante para acabar con todo (Aquí en Venezuela más probable que te maten en la calle por un teléfono y no un carro pues pero entendieron el ejemplo).

Entonces qué prefieren? Dios nos hizo un plan a todos o nos puso a muchos a hacerle un plan a los demás? Mi ideal sería la segunda, Donde tengo a mi Dios como jefe, dejándome la tarea de crear la vida de alguien y así sería posible que mi Nino estuviese ahora mismo caminando por las calles de Sevilla esperando que yo no lo mate... NO BEBÉ, YO TE AMO MÁS QUE A MUCHAS COSAS Y NO TE VOY  A MATAR, A TI TE ESPERA LO MEJOR.

Estos posts se están volviendo cada vez más largos, pero les di bastante tiempo de descanso. Los dejo pensando un ratito en las posibilidades infinitas de la vida. Tómense un tecito y no lo piensen tanto tampoco porque les puede doler la cabeza.

Que tengan una buena noche, little cookies.

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