sábado, 5 de noviembre de 2016

Los fantasmas del pasado


Probablemente a todos les ha sucedido alguna vez. Muchos lo admitirán inmediatamente, otros pensarán en una persona en particular milésimas de segundo después de leer esto, algunos pensarán en más de uno y los más afortunados los recordarán con cariño y les hará gracia (Mi cochina envidia desea poder estar en ese "happy place" del que gozan estos últimos afortunados).

LOS FANTASMAS DEL PASADO! *Inserte risa malévola*

Ese montón de lápidas emocionales que se van acumulando en cada uno de nuestros cementerios de desamores, unos más llenos, otros con uno o dos nada más.

Lápidas pequeñitas, hechas con rudeza y creyones (De los nenes del colegio y los primeros amores escolares). Otras más grandecitas, con mensajes profundos y metafóricos (De esos amores más intensos en los que las hormonas de la adolescencia juegan un papel importantísimo). Quizás algunas alineadas, sin mucha importancia botadas por allá atrás, al final de la verja del cementerio (Donde van a parar todos esos "¿Por qué demonios me gustaba él?") Que son inevitables pero a la vez imborrables. Quizás un par de "afortunados" (En este caso bien desafortunados, en mi opinión) con un Mausoleo del estilo barroco en el medio de una colina, rodeado de flores y con un camino de hormigón para llegar (Saben? para ese del que más de uno se acuerda cuando se toma una copita de más, que muchos usan como regla de comparación y con el cual desearías que suceda un apocalipsis zombie de vez en cuando para que vuelva a olfatear tu cerebro).

Muchos de estos que en más de una ocasión intentan revivir, pero la mayoría de las veces fracasan. Ya saben, las enfermedades terminales que los hacen morir difícilmente tienen cura... Y más cuando ellos mismos no se quieren sanar.

En fin, se imaginarán un montón de presentaciones. Ya los veo como yo, parcelando su cementerio en sus mentecitas malévolas (O eso espero, la única con este tipo de imaginación no puedo ser yo).

Estos fantasmas parecen inútiles, un estorbo. Un cementerio allí que no tiene razón de ser, pero por supuesto, en el fondo sabemos que no es así.

Además de estorbar, de hacernos deprimir cada vez que un vodka de parchita toca nuestro sistema y suena "En ésta no" de Sin Bandera (Aunque estas son palabras mayores, aún más si no es tu estilo de música y te empiezas a identificar)... Además de todo esto, son parte de la esencia de nuestro ser.

Ese chiquitico con creyones quizás te enseñó que los niños pueden no ser muy agradables cuando les gustas... Te halan el cabello, te roban los lápices, te pellizcan y te dicen "Fea" (Válido para todas las edades).

El de la secundaria quizás te mostró que los románticos de los libros pueden existir, de esos que te escriben cartas a mano y les ponen su perfume, te dan flores y te escriben poemas (Eso si tuviste un Shakespeare, como yo) o que los niños malos pueden volver loca a cualquiera (Este sigue más o menos los pasos del nene con creyones). Pueden modificar tus gustos musicales, te arruinan las primeras canciones dedicándotelas e incluso llegan a cambiar tu ámbito social.

Los más grandecitos te enseñan a salir, a escoger. A ver qué te gusta y qué no. También pulen tus destrezas sociales y te enseñan cosas nuevas (Como que no siempre te gusta el mismo tipo de chicos). Aquí el físico quizás no es secundario pero ya no está montado en un altar con velas como en la hormonal etapa anterior.

 Hasta aquí les puedo hablar yo, porque voy comenzando esta última etapa (Sí ya sé, mi retraso social es notable, but I'm getting there). Me han dicho que esta y las próximas son las más bonitas (OH GOD, I HOPE SO). Ya veremos.

No quiero más historias de libros adolescentes ni novelas de Televisa!!!!!

Vamos a ver con qué me sales ahora, destino.

 En fin, todos han puesto un granito de arena para hacernos quienes somos, así que a pesar de todo, está el agradecimiento (A menos que te haya pegado y no como el niño con creyones o te haya hecho cosas que sencillamente no se pueden agradecer). Los cuernos, las otras, los dilemas personales, los imbéciles, los "errores", los creídos, los que nunca te quisieron, los que no correspondieron, los que siguen volviendo, los de los problemas existenciales, los de los problemas económicos, los que no estudiaron, los que estudiaban mucho y por eso no te prestaban atención, los que no te tomaban en serio... Por todos ellos, por los que están y por los que vendrán... SALUD!

Próximamente les iré presentando una por una estas lápidas, quizás se identifiquen con algunas, quizás con otras no (Espero que no), pero calma que aunque mi vida está más llena de "Si hubiera" que de "Así fue", esto va para rato.

Buenas tardes, casi mañanas (Porque es sábado y no tengo guardia), galletitas.

PD: Igual me gustan los libros adolescentes y esas cosas, solo que me di cuenta que no quiero vivir en uno de ellos. 

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