lunes, 15 de diciembre de 2014

Les dije que hoy les iba a explicar...





... No se van a librar tan fácil.

Ayer en un arrebato inesperado opté por vaciarles aquí algo que describiría como vómito verbal... No tenía mucho sentido y lo redacté horrible (No es que redacte muy bien, pero saben que lo intento) pero ahorita lo leí otra vez y sigo pensando exactamente lo mismo.

Estoy 98% segura de que a alguno de ustedes les ha sucedido, quizás no de la misma manera, quizás no reaccionaron igual (Dejando plasmados en internet sus problemas existenciales) pero sé muy bien que la búsqueda del "Casi" no es extraña para la mayoría.

Que lance la primera piedra el que nunca ha sentido un pedacito vacío dentro de su ser, aunque todo vaya muy bien.

Ese es el casi del que hablo, ese que muchos tergiversan diciendo que es el empujoncito del destino para que vivir valga la pena. No, eso no es (En mi opinión, claro está). El empujoncito del destino es distinto, es positivo, se siente bien.

Es ese que sentimos cuando estamos en medio nuestros estudios, en una carrera que nos encanta. El empujoncito sería para lograr terminarla a pesar de todos los sacrificios y contratiempos que lleva conseguir una profesión... Eso se siente bien, no hay ningún vacío porque sabemos que estamos haciendo algo para conseguirlo, o sabemos aproximadamente el tiempo en el que conseguiremos resultados, que veremos frutos en algún momento y si los planes no salen como queríamos, al menos sabemos que hicimos algo para conseguirlo.

Ese es el empujoncito, la esperanza y el ansia.

El CASI del que les hablo es distinto. No hay ninguna fucking esperanza con este, no hay seguridad de que se puede conseguir ni cuando y a veces ni siquiera podemos decir que lo intentamos aunque no lo logramos porque no estamos seguro de qué coño puede esfumar a ese casi.

Está rodeado de incertidumbre e insatisfacción. En pocas palabras, es un maldito cáncer.

Por muy pequeñito que sea ese casi, es como una desgraciada espina en la vida. Es muy difícil para mí darles un ejemplo de un Casi, pero creo que muchos de ustedes conocen esa sensación que se parece a la del estómago cuando tenemos mucha hambre y comemos pero no lo suficiente, o cuando interrumpimos un estornudo antes de que suceda. Es una incomodidad muy específica pero muy difícil de describir.

Ese casi es el que me está empañando los logros, el que está magnificando mis errores o mis obstáculos... Y ese casi es el que voy a joder pronto, porque lo voy a aprender a manejar.

Quizás no sepa qué es lo que me falta, quizás no sepa cuando lo voy a conseguir ni cómo lo haré, pero no permitiré que siga empañando mi vida... Nadie debería dejar que un casi lo haga.

Las cosas buenas y las malas pasan por algo, ese equilibrio es inevitable e imprescindible en la vida y los inoportunos vacíos que vienen con el casi no deberían empañar esa ley natural.

Lo que sea que falte llegará, tanto para mí como para cualquiera que lo necesite y ya es hora de madurar y espantar ese miedo que le da más importancia a ese huequito sentimental del que debería.


Los dejo por hoy galletitas, espero que las heridas sanen, que mi mente evolucione, que mi cuerpo se achique y en general, que todo mejore... Incluyéndome a mi en ese paquete.

PD: Quizás a otros les pase como a mí, que tengan miedo porque saben de qué se trata ese Casi, y no saben como resolverlo o si alguna vez llegará la posibilidad de hacerlo... Pero es muy pronto para admitir eso, no estoy lista. Espero que ustedes si lo estén y lo acepten. Yo me quedaré en mi mar de negación porque a veces la cajita protectora es mejor que el mundo frío y desolado fuera, aunque una mansión nos esté esperando a la vuelta de la esquina. Creo que todavía no estoy lista para comprobar si esto es cierto o si es pura mierda y la vida es simplemente es así, incompleta.

Buenas tardes casi noches, little cookies.

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