domingo, 4 de mayo de 2014

Falta poco, Tic tac tic tac...

"¿Chinitos?"

Una frase que ha comenzado más de un "Una más y ya" que se extiende hasta que comienzan a recoger las sillas del restaurant. Quizá son más las veces que recuerdo de las que en realidad son, pero eso sucede cuando comienzas a ver las cosas en perspectiva.

San Juan pasó de ser la sucursal del infierno, esa que no soportaba al llegar los martes en primer año (Lunes y martes forever free) y que no esperaba a dejar los viernes a las 6 de la tarde cuando el último bus a Valencia arrancaba, en el cual piraba hasta parada (Porque un fin de semana en San Juan era la vaina más horrible que me podía ocurrir, eso no se lo deseaba a nadie) a ser "San Juan".

San Juan, sin quejas, sin berrinches ni odio. Sólo San Juan.

¿Qué evolución tan arrecha verdad? 

Es que no tienen idea del odio que sentía por San Juan, donde la frustración de no estudiar en otra universidad, el calor que emana la radiante ciudad y el hecho de que queda a 3 horas de mi lugar favorito se licuaban y salía el sentimiento más negro que se ha apoderado de mí "El coño de su madre, mañana me devuelvo al desgraciado pueblo, paila del diablo, coño!"

Ese odio se fue disipando con el pasar de los años, y no me había dado cuenta del por qué hasta la última vez que alguien dijo "¿Chinitos?"

Entre cervezas salió el temido "Falta poco"

Esa es otra frasecita que se está volviendo TT en nuestras cabezas, porque hasta aquí llega el inicio. 

La primera etapa se acabó, la carrera sigue, los hospitales llegan y el camino se bifurca.

Llegó el momento de escoger donde ir, el momento de la verdad. Y las raíces, decisiones, gustos y colores han dictado que hasta aquí llegó la leyenda de Los Mismos.

Esa razón por la que San Juan dejó de ser un sacrificio, una pesadilla y que (Hablo sólo por mí, por lo que me afecta y produce) con el tiempo, se ha vuelto irreversible.

Es curiosa la manera en que se desarrollan las cosas, donde quizá nunca esperas que los desenlaces se den así. (En momentos así es que comprendo las telenovelas cuando dicen "JOSE FERNANDO, ESTE ES TU HIJO"), las vueltas que da la vida pueden parecer predecibles, pero cuando te paras a observar el camino que llevas detrás te das cuenta que la vaina no es así.

El mundo de los círculos cerrados me persigue, donde nada entra y muy poco sale, pero esa es otra cosa que pude resolver cuando puse todo en perspectiva. Y es que, ¿Para qué echarle más azúcar al café si así lo que quedó fue bello?

Cuando la torta queda buena, no vas a buscar un kilo de chocolate para echarle encima y empalagarla ¿verdad? Eso mismo pasó. Cuando las cosas van tan bien, no hacen falta terceros para mejorarlas.

Somos los mismos, fuimos más, quedamos los guerreros. 

Los que hablan mucho, los que pelean demasiado, los que se enrollan como nadie, los que se quieren más que el coño... ¿Por que así es que funciona no? Nos equivocamos, lo arreglamos, peleamos y lo volvemos a arreglar. Nos decimos locos, falsos, chabacanos, feos, sifrinos, insoportables... Pero todo funciona a la perfección.

Como un reloj con engranajes, algunos oxidados, otros chuecos y llenos de demasiado carácter (No entiendo cómo demonios sobrevivimos a tanto carácter) funcionamos a la perfección.

Quizá el resto de los mismos no opine igual que yo, quizá lo "sentimentaloide" se apoderó de mí por el hecho de que odio quedarme sola a dormir, quizá muchas variables interfieran y la razón por la que todo se ve tan bonito en el pasado es porque está a punto de acabar. El mundo que conocemos vuelve a cambiar, y después de tanto tiempo pensando que no volvería a sentir los nervios del primer día de clases, la realidad me cachetea y me dice "AHORA ES QUE TE FALTA, GAFA"

Entonces lo que queda es agradecer por lo bueno, reírse de lo malo, aprovechar lo que queda y mentalizarse para saber que la vaina no llega hasta aquí, quedan Mismos para rato, en un nuevo capítulo, con nuevas direcciones pero una meta en común, que después de todo fue la que nos unió en este viaje.

FALTA POCO, MISMOS, TIC TAC TIC TAC...


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