viernes, 14 de febrero de 2014

Bitácora: Venezuela turbulenta

Quizá el extremismo se ha apoderado de mí…
Entre Imágenes y noticias transcurren las horas y la panorámica se ha nublado por completo.
Ya no sé en quién creer, y no porque dude de la juventud, del futuro y las ganas de surgir.
Dudo por el descaro, por la parcialización y la ignorancia que se ha apoderado de aquellos que deberían hacer lo contrario.

Ya no sé qué es blanco y qué es negro, porque lo que está bien está mal.
Porque no callar lo incorrecto es castigado y porque los que gozan de inmunidad, esos que se quieren adueñar del trabajo que sólo uno puede ejercer, son aplaudidos y cuando lo que han hecho es abominable, son ignorados por la ley.

Los que deben proteger, atacan.

Los que quieren protestar pacíficamente, son apaleados por la realidad.

Porque ahora arriba es abajo y abajo ya no existe.

Porque sencillamente, actuar como es debido no es la regla. Hicimos lo que supone una victoria, lo que haría que fuésemos escuchados… Y lo contrario nos aplastó sin misericordia alguna.

El cliché más grande y aborrecible de las guerras ha despertado en Venezuela: La sangre ha vestido nuestra sociedad de gala, una gala fúnebre que es detestada por los que conservan un pulso estable y un corazón.

Nos duele a mí y a todos los que queremos algo mejor… Y esto me lleva a la más confusa de las interrogantes: ¿Y por qué existen los que NO anhelan lo mejor? ¿Será conformismo? ¿Ignorancia? ¿Egoísmo, envidia o codicia?
Y allí es cuando me doy cuenta que, tristemente, lo blanco ya no es blanco, y quizá nunca vuelva a serlo.

El lamento colectivo se apodera de los sentimientos. Perdimos colegas estudiantes, y aunque el corazón se encoje para muchos, la cicatriz quedará para los que los vieron sonreír antes de luchar.

Ya basta de muertes en vano.

Basta de codicia y conformismo.

Llegará el día en el que todo habrá valido la pena, y aunque no signifique nada para los que perdieron un hijo, un padre o un amigo, la paz los visitará de una vez por todas.

Espero ver el día en el que la luz sea el único camino y que para llegar a él no tengan que partir más ángeles al cielo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario