miércoles, 11 de diciembre de 2013

La engreída que quiere ser yo.

Verga, admiro a esa gente que puede escribir sin decir malas palabras ni usar un lenguaje coloquial.

Hace un tiempo me dije a mi misma que tenía que mejorar, y que iba a arreglar mi forma de hablar y expresarme. La cosa funcionó muy bien y ya hasta me estaba acostumbrando, hasta que me dijeron una estupidez a las dos horas y me arreché.

El sindrome de Tourette no diagnosticado que vive en mí floreció nuevamente y me di cuenta que no se debe arreglar lo que ya está bien (Ok, sé que no es así pero déjenme pensarlo un ratito más, no tanto por mi ego sino por mi pereza de limar la ordinariez que habita en mí)

A veces (Casi todo el tiempo pues) Me siento la persona más egocéntrica, equivocada y creída del mundo. La dominante detestable que preside mi asamblea mental y golpea a pepegrillo cada vez que ella está a cargo es una ladilla de persona, no la soporto y la quiero ahogar por el resto de la eternidad en un barril de petróleo podrido. Desafortunadamente, es 80% yo, y si la mato pareceré una clara de huevo sin sal, como esas que se come Sascha fitness en las mañanas. 

Tal vez soy la única problemática que quiere cometer homicidio en contra de su esencia, pero tal vez no, así que las dudas me dan permiso para hablar de estas estupideces. 

JAJAJA, pobrecitos ustedes.

Comienzo a entender a las personas que dicen "Conoce a una persona, si llegas a detestarla profundamente sin que te haya hecho nada malo es porque se parece demasiado a ti" VERGA, SÍ.

Porque si mi esencia es un virus sin cura a mi parecer, quiere decir que todo el que tenga algo parecido a mí va a ser la verga de detestable.

¿Y si me odio tanto por qué no me cambio yo misma? Es que no me odio vale, yo me amo... Pero me detesto.

Ve, no soy bipolar, ni loca, ni complicada. Quizá mi forma de ser no sea tan mala, porque obviamente todos creemos siempre que pensamos lo mejor, aunque queremos mejorar. Siempre vamos a querer tener la razón, pensar que somos muy buenas personas y que quizá no estamos tan mal como muchos. Pero no es verdad, todos somos la misma verga.

Y ahí es donde entra mi odio a la engreída presidenta de mi razonamiento, ¿POR QUÉ COÑO YO TENGO QUE CREER QUE LO QUE YO HAGO O DIGO ESTÁ BIEN Y EL RESTO NO? O QUIZÁ NO PIENSE QUE EL RESTO ESTÁ MAL PERO... COÑO YO TENGO LA RAZÓN Y PUNTO... Aunque acepte que me equivoqué.

JAJAJAJA, "I'M NOT CRAZY, MY MOTHER HAD ME TESTED" como dice Sheldon Cooper.

La engreída siempre me da la última palabra, y por estúpida siempre le doy la razón, aunque la orgullosa quiera estrangularla con una manguera de hierro forjado.

En fin, la odio pero la amo. Porque soy yo, con todos mis errores, ego, y la porquería que viene enlazada a mi existir. Sin las cosas que me molestan terminaría siendo una masa gris de esas que usan para rellenar los bloques de una pared. Nadie les para bolas, simplemente están ahí y todo el mundo trata de tapar esas uniones grises porque se ven horribles.

A MÍ NADIE ME TAPA. 

Creo que ahorita llegó el down de la historia, porque pepegrillo se adueñó de la asamblea otra vez y amarró  a la loca a una silla. La conciencia vuelve justo a tiempo para decirles que no está mal ser uno mismo, mientras te ames tanto como te detestes... Cuando se desequilibre la balanza es que tienes problemas.

Tómense un chocolate caliente por mí, porque los cupcakes que me comí hoy tenían tanto chocolate que me empalagaron... La gloria hecha ponquesito.

Gnight cookies, les prometo que trataré de no abandonarlos tan feo. 

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