jueves, 7 de enero de 2016

El primero de 2016

Good morniiiiing Baaaaltimore!

Y no, no estoy en Baltimore porque la revolución devaluó mi existencia (Por los momentos) pero es bastante acertado despertar como Tracy Turnblad en días como estos.

Ahhh - Suspiro-  Los primeros días del año. Esos llenos de expectativas, vientos de cambio (Esos vienen desde siempre aunque para Venezuela tenga un sentido más bonito en este 2016), arrepentimiento, metas y listas.

Las listas de deseos,de planes y de resoluciones anuales nunca pasarán de moda y aunque lamentablemente la mayoría de sus propósitos se vayan a la basura antes de llegar a febrero, muchos soñamos con cumplirlas y los afortunados que llegan al final de la meta, siempre terminan con una satisfacción nivel medidor de aspiraciones en color plata de los Sims (I know, I know, cédula al piso y eso Ja Ja...).

Anyway, este tipo de resoluciones sirven como empuje para muchos y motivo de depresión para otros, mientras los grinch de propósitos se satisfacen al observar el fracaso de los menos afortunados y despiertan su escepticismo o indiferencia a los que si chequean en verde todos los puntos de su lista.



"Para que necesitas una lista? Hazlo y ya"

"El cambio de año sirve como excusa para los que dan largas a trabajar por las cosas"



Y ese tipo de comentarios agridulces que aunque presentan base en muchos que toman el fin de año como borrón y cuenta nueva (No, saliste con el novio de tu mejor amiga y te emborrachaste en el bautizo de tu primo. No porque sea año nuevo la gente lo va a olvidar), desaniman a los que de verdad toman el año nuevo no como una enmienda del anterior, sino como una nueva oportunidad y en mi caso, algo un poquito más extraño.


 Les explico:














El fin de año para mí es emocionante porque a el continúa uno de mis meses favoritos del año: Mi mes de planes.

Sí, como lo leyeron. La pequeña obsesiva con el control que hay en mi salta de felicidad desde el 21 de diciembre porque a partir de esa fecha comienzan mis planes y no porque quiera borrar el pasado o al fin hacerme cargo de mi vida, pero muchas cosas en la vida son mejores cuando tienes un plan.

Y sí, ya sé que está de moda eso de ser libre y diferente y cuchi y lindo a tu manera y que todo es positivo y hay que vivir y "los prejuicios son malos aunque igual juzgo a todo el mundo en mi interior" y todas esas cosas pero todo tiene su límite,

Ninguna moda me va a quitar mi gusto por el control y la organización, And I still live ok? My life is pretty damn good, and plans make it better.

Entonces mi organización comienza con la primera lista, y ahora comenzaré un nuevo sistema de resoluciones: Las que son a largo plazo y las que son a corto plazo y las reduciré a 24 cada una (24 porque 8 es muy poco y es un número bonito pues).

El 21 comienza el primer plan que voy perfeccionando hasta el 31 y que organizo en todo el mes de enero, y me ha funcionado bastante bien.

El año pasado logré muchas de mis metas a corto plazo y mantuve en proceso la mayoría de las que me tocan a largo plazo. Y NO, no vivo en torno a planes olvidando vivir hasta que logro metas, disfruto todo el viaje hasta las mismas pero tener una recompensa de vez en cuando.








Entonces mi mapa de los sueños, mi lista de largo y de corto plazo y todo lo que debato sobre las mismas estará presente esta año y subiré un nivel, estarán fijas acá en mi blog como una pestaña cada una y enero será el mes para colocarlas allí. La actualizaré cada vez que logre una y cambiaré las que deje en el camino.

Y eso por qué? Porque mi blog se ha vuelto mi bebé y más que para ustedes, esa parte es para mí.


Ya sea su lista del 21 del 31 o de enero, tómenla como un impulso, dejen las excusas y hagan que cada año valga más que el anterior.




Los quiero galletitas, buenas casi tardes no tan mañanas.